domingo, 1 de julio de 2012

Queridos tertulianos de la habitación vacía:
He perdido el rumbo, aunque lo negaré en cuanto salga de estas cuatro paredes. Suenan los primeros acordes. Joder, llorar con una canción. De eso hacía siglos que no hablaba, ¿verdad? Necesito música para escribir porque no soy capaz de escuchar mis pensamientos. 

La gente está como en una burbuja, indiferente a todo. Y yo no hago más que ver caer la ceniza del cielo. Créeme, no es el bosque lo único que arde. Valencia está como vintage. Supongo que hay cientos de formas de autodestrucción. Ponte hasta el culo de alcohol y termina en el hospital. No vas a solucionar nada, pero al menos te habrás ganado el título de gilipollas. 

Ni siquiera tiene sentido. Es como uno de esos libros en los que tú eliges cual es el siguiente capítulo. Supongo que yo me lo dejé a medio leer, perdido entre otro montón que debí haber terminado hace siglos. Esperar eternamente. Esperamos, esperas, espero. A que llegue cualquier otro día mejor que hoy. 

Prometo que mañana no me acordaré de esto.